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Paisaje

Mi casa está ubicada de una manera tan precisa en donde puedo disfrutar de unas vistas maravillosas, creo que no la he sabido aprovechar como debería, pero aún hay tiempo.
Al salir de casa, a la derecha puedo contemplar los atardeceres, hay unos árboles grandes cuyas hojas verde claro contrastan perfectamente con el naranja del sol cuando va descendiendo, minutos después el cielo queda pintado muy sutilmente de un rosado suave, no me canso de mirar ese paisaje cada tarde.

A la izquierda, disfruto de la vista gloriosa de unos cerros que parecen crecer majestuosamente mientras camino en su dirección. A veces el día está despejado, y el sol parece apuntar hacia ellos como cuando aparece el personaje principal en una obra de teatro y la luz lo ilumina solo a él; así el sol presenta al cerro imperante. Otras veces, el día está nublado y los cerros, se ven entonces adornados de nubes, blancas, grises, claras u obscuras, de igual forma crean un paisaje realmente hermoso.

Cuando esta lluvioso, los cerros se esconden por un momento, tampoco puedo contemplar el sol en su ocaso, pero siempre puedo ver los árboles, parecen bailar al son del viento, se muestran firmes ante la tempestad y no hay miedo en sus ramas, pues están sostenidas por el firme tronco y este a su vez confía en la profundidad de sus raíces, es maravilloso.

Y cuando no salgo de casa, desde las ventanas de mi cuarto contemplo el cielo, cualquiera sea el clima, el cielo es esplendido, me fascina verlo limpio, de un azul claro, otros días está más intenso, se ve un azul turquesa y otros días está adornado de nubes grises, amenazante, aunque para mi esperanzador, porque me encanta la lluvia.

El panorama que nos regala la naturaleza cuando la lluvia termina es simplemente divino, los árboles parecen seguir disfrutando del riego que recibieron, el cielo queda como quieto, las calles vacías nos llaman a la nostalgia, todo se ve renovado, parece un nuevo comienzo.

Y si así de espectacular me parece la naturaleza, o la pequeña parte de la naturaleza que puedo observar, me estremezco al pensar en la majestuosidad del Creador de todo esto.

Dios es maravilloso, es un artista, como escuché en una película, es un artista porque en este mundo hay tanto color, tanta diversidad que sólo pudo ser obra de un Dios artista, poeta, Creador. Ese es el Dios al que sirvo, el Dios que se fijo en mí, tan pequeña e insignificante y quiso darme Vida, salvarme y hacerme Su hija. Eso es lo más maravilloso y grandioso, mas que su creación, su obra de Salvación y Redención. Dios se merece toda la alabanza.

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