Mi casa está ubicada de una manera tan precisa en donde puedo disfrutar de unas vistas maravillosas, creo que no la he sabido aprovechar como debería, pero aún hay tiempo. Al salir de casa, a la derecha puedo contemplar los atardeceres, hay unos árboles grandes cuyas hojas verde claro contrastan perfectamente con el naranja del sol cuando va descendiendo, minutos después el cielo queda pintado muy sutilmente de un rosado suave, no me canso de mirar ese paisaje cada tarde. A la izquierda, disfruto de la vista gloriosa de unos cerros que parecen crecer majestuosamente mientras camino en su dirección. A veces el día está despejado, y el sol parece apuntar hacia ellos como cuando aparece el personaje principal en una obra de teatro y la luz lo ilumina solo a él; así el sol presenta al cerro imperante. Otras veces, el día está nublado y los cerros, se ven entonces adornados de nubes, blancas, grises, claras u obscuras, de igual forma crean un paisaje realmente hermoso. Cuando esta lluv
De todo lo que nos pasa, podemos y debemos sacar algo de conocimiento y sabiduría, pues Dios en Su soberanía permitió que tuviera parte en nuestra vida.